Aguilar, propuesto por el Ejecutivo, fue nombrado por unanimidad por los 28 miembros de la Comisión Permanente, en una breve audiencia a la que no se permitió el ingreso de la prensa y en la que, curiosamente, varios legisladores se abstuvieron, pero cambiaron su voto para sumarse a la mayoría.
La designación era virtualmente segura, tras la decisión de una subcomisión evaluadora que recomendó al postulante, presentado por el Gobierno en medio de un conflicto con Shack, cuyo mandato iniciado en 2017 culminó el 20 de julio último.
La disputa entre el Gobierno y el contralor saliente se inició luego que Shack hiciera público recientemente que la mandataria no incluyó todas sus cuentas bancarias en su declaración de bienes y podría haber incurrido en desbalance patrimonial, consistente en registrar más gastos y propiedades que los ingresos declarados.
El primer ministro Gustavo Adrianzén rechazó las afirmaciones de Shack y lo acusó de violar la confidencialidad que está obligado a mantener sobre sus pesquisas y de actuar por motivación política, además afirmó que las cuentas omitidas no fueron declaradas por Boluarte por un error y porque las mismas casi no tenían fondos.
El contralor denunció también la reducción por el Gobierno de un ingreso a su organismo de dos a 0,5 por ciento del monto de los proyectos estatales para el llamado control simultáneo a la ejecución.
Asimismo, dijo que la medida, al igual que la propuesta de designar a Aguilar, estaban posiblemente motivadas por su reclamo ante el recorte, lo que negó Adrianzé.
Aguilar es el segundo propuesto por Boluarte para el importante cargo. El primero, Pedro Cartolín, fue rechazado en mayo pasado por la Comisión Permanente por carecer de especialización.
En su presentación ante el grupo congresal, que recomienda su designación, Aguilar estuvo de acuerdo con la reducción de fondos que, según Schack, afectará la lucha contra la corrupción y puso en evidencia otras coincidencias con el Gobierno.
npg/mrs
