La televisora Panamericana, en la que trabaja el comunicador, denunció el hecho, ocurrido en la ciudad norandina de Huaraz, y lo calificó de “repudiable y cobarde acto delictivo” y un grave atentado contra la libertad de prensa.
Un comunicado de la estación añadió que el breve secuestro, tras el cual la víctima fue abandonada en un punto alejado de Huaraz, fue precedido “por mensajes anónimos y fotografías de un seguimiento a su persona y a sus familiares más cercanos”.
Escudero ha realizado en los últimos meses graves denuncias de corrupción contra funcionarios públicos y otras personalidades.
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