En recientes declaraciones a la prensa, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, calificó esos dos factores como los causantes de la tragedia que vive la población en el enclave, donde se estima que más de 39 mil palestinos murieron desde el 7 de octubre.
“La forma en que se llevan a cabo las operaciones militares y las circunstancias en que se distribuye la ayuda humanitaria crean una situación humanitaria muy dramática”, dijo el jueves durante un encuentro con los medios.
El alto representante aseguró que la ofensiva israelí acumula el nivel más alto de muertes y destrucción que cualquier otra campaña militar desde que ocupa su cargo al frente del organismo, al tiempo que advirtió por su “naturaleza caótica”.
En ese sentido, recordó las reiteradas órdenes de evacuación que obligaron a los palestinos en la Franja de Gaza a moverse al sur, centro y luego norte del enclave “en busca de una seguridad que no existe en ningún lugar”.
Además, ratificó las preocupaciones de Naciones Unidas por la “situación de total anarquía” reinante en Gaza donde la que la ley y el orden han desaparecido por completo.
“Nadie está a cargo de la seguridad en ninguna parte de la zona de Gaza, así que vemos convoyes saqueados en todo momento. Y lo peor es que en tres días consecutivos, tres convoyes de la ONU fueron alcanzados por el fuego: el domingo, el lunes y el martes”, denunció.
La ONU estima que cerca del 96 por ciento de la población en la Franja enfrenta inseguridad alimentaria mientras que los desplazamientos amenazan aún más el acceso a los alimentos.
En una sombría evaluación divulgada esta semana, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios aseguró que los niveles de ayuda se mantiene bajos mientras que las personas necesitadas apenas pueden acceder a ella.
“La inseguridad, las carreteras dañadas, el deterioro del orden público y las limitaciones de acceso siguen obstaculizando el movimiento a lo largo de la principal ruta de carga humanitaria entre el cruce de Kerem Shalom y Khan Younis y Deir al Balah”, aseguró la agencia de la ONU.
Otras evaluaciones advierten un daño extenso en el sector agrícola, lo que podría paralizar casi por completo la producción local de alimentos frescos y nutritivos, y disminuir el acceso de la población a alimentos esenciales necesarios para una dieta saludable. jha/ebr
