En su visita a la sede de la célula de crisis activada en el Ministerio de Transporte, el jefe del Gobierno, cuya renuncia fue aceptada hace unos días, precisó que ya están en curso las investigaciones para encontrar y castigar a los responsables.
Estamos ante una operación preparada y coordinada con puntos neurálgicos como blanco, lo que demuestra un conocimiento de los objetivos a golpear, advirtió a la prensa el funcionario, quien por petición del presidente Emmanuel Macron mantiene junto a su gabinete funciones básicas hasta que después de París-2024 sea nombrado un nuevo primer ministro.
Los franceses se despertaron hoy en una jornada especial por el comienzo oficial de los Juegos Olímpicos con la noticia de que un sabotaje masivo afectó de manera severa la red de TGV en los sectores Atlántico, Norte y Este.
La operadora pública de la red de trenes SNCF denunció un acto criminal dirigido a dañar sus instalaciones, que obligó a suprimir salidas y a retrasar otras, servicio que ha comenzado a restablecer de manera paulatina, aunque el alcance de los daños pudiera impactar a 800 mil personas en suelo galo.
Según la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, el ataque no afectará la ceremonia inaugural de la magna fiesta del deporte mundial, pero sí los planes de cientos de miles de vacacionistas.
En declaraciones a la prensa, el ministro de Transporte (dimitente), Patrice Vergriete, insistió en el carácter criminal de los incendios, por los indicios encontrados en el terreno y la coordinación, ya que todos se produjeron a la misma hora.
Por su parte, el prefecto policial de París, Laurent Nuñez, anunció un refuerzo de la seguridad en las estaciones de trenes capitalinas, donde se concentran usuarios.
La ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, también reaccionó a los sabotajes con una condena.
Resulta preocupante, actuar contra los Juegos Olímpicos es actuar contra Francia, contra su propio campo, contra su país, consideró.
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