La empresa conjunta prevista por las dos compañías y la participación minoritaria de Volkswagen en Rivian fueron autorizadas en virtud de la ley de control de fusiones, anunció la autoridad en Berlín.
El comunicado indicó que carecen de motivo de preocupación por el proyecto, ni cabe temer otros problemas graves de competencia.
Para el presidente de la Oficina Federal de la Competencia, Andreas Mundt, la cooperación anunciada a finales de junio se refiere a software, ordenadores de control y arquitectura de redes.
Los nuevos coches de Volkswagen se basarán en la tecnología y el software de Rivian en la segunda mitad de la década.
La firma alemana lleva años teniendo problemas con su propio desarrollo de software para coches eléctricos, lo que ya retrasó la presentación de modelos. La asociación pretende ahora acelerar el desarrollo de software del grupo.
El mayor fabricante europeo de automóviles quiere invertir hasta cinco mil millones de dólares en el proyecto. Los coches eléctricos se encuentran en estos momentos en la mira de las principales firmas automotrices del mundo.
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