Al final de julio puede suceder una fuerte tormenta geomagnética. La noche pasada, en el Sol se produjo una llamarada del nivel máximo X1,5, que figura entre las más fuertes fulguraciones solares del año y que puede provocar el aumento de la actividad geomagnética, precisa la comunicación.
Ya la próxima noche en la Tierra empezará una tempestad magnética débil, de la clase G1, que irá en aumento durante el martes, hasta alcanzar en la tarde la clase G3, correspondiente a una fuerte tempestad geomagnética, detalla la noticia.
Durante el miércoles, la perturbación de la magnetosfera terrestre empezará a decrecer paulatinamente, y la tormenta geomagnética finalizará.
Según el laboratorio de astronomía solar del Instituto de Estudios Espaciales de la Academia de Ciencias de Rusia, la probabilidad de una tormenta geomagnética es del 25 por ciento el 30 de julio y del 30 por ciento el 31.
Actualmente, la magnetosfera de la Tierra se encuentra tranquila. Según el gráfico, el 28 de julio se produjeron en el Sol cinco llamaradas de bajo nivel y siete de mediano nivel; y el 29 de julio, seis de bajo nivel, una mediana y una fuerte.
ro/gfa