Según los datos publicados este martes, las cifras dibujan el panorama de un bloque que lucha por recuperar terreno en el comercio mundial, pero que sigue disfrutando de un repunte interno impulsado por el aumento de los ingresos reales y del gasto público.
La producción de los 20 países que comparten el euro aumentó 0,3 por ciento en el segundo trimestre del año, según datos de Eurostat, manteniendo el ritmo del trimestre anterior y superando ligeramente las expectativas de los economistas.
Entre las grandes economías, Francia y España lo hicieron mejor de lo esperado, Italia se mantuvo firme, mientras que la producción alemana se contrajo inesperadamente, reforzando los temores a una crisis prolongada en un país que fue durante una década la potencia de Europa.
La confianza del consumidor también se mantuvo negativa en julio, sumándose a una serie de encuestas débiles en los últimos días.
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