Un comunicado de esa institución pidió mantener las negociaciones para detener la violencia que provoca desplazamientos, confinamientos, desaparición forzada y el reclutamiento de menores para la guerra, según apuntó.
Insistió el texto que la vida humana debe ser protegida y por eso se requieren demostraciones de paz de parte de quienes están en las mesas de diálogo y de quienes aspiran a llegar a ellas.
“La paz se construye demostrando compromiso la protección y el respeto por la población; por ello, uno de nuestros empeños es ayudar a generar las condiciones para que se de el cese al fuego total, en espacios urbanos y rurales”, reza la comunicación.
El llamamiento de la Iglesia Católica, una de las instituciones que acompaña los diálogos de paz entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se difunde en un momento de tensión entre las partes negociadoras.
A escasos días de que culmine el plazo estipulado para el cese al fuego, lo que ocurrirá el venidero 3 de agosto, la mesa de conversaciones está congelada y cada una de las partes imputa a la otra de no cumplir con los compromisos hasta ahora acordados.
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