jueves 26 de diciembre de 2024
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De Francia, el actor Louis de Funes y sus múltiples rostros

París, 31 jul (Prensa Latina) El gendarme Juve, de «Fantomas», o Harpagon, de «El avaro», están entre los personajes más queridos que encarnó el actor francés Louis de Funes, recordado hoy a 110 años del natalicio y por su amplia gama de expresiones faciales.

Las muecas exageradas de este histrión, onomatopeyas, energía explosiva y sus tics llenaron la gran pantalla convirtiéndolo en una leyenda del cine francés.

Sus recursos y principales bases para hacer humor fueron la capacidad de gesticulación y de imitación; la repetición en una misma escena de gestos o palabras; el carácter excesivo de sentimientos y emociones, como el miedo y la desesperación (fingidos o reales de sus personajes).

Otros de sus rasgos distintivos faciales fueron la expresión de cólera, gruñidos, ruidos con la boca, bofetadas repetitivas a los otros personajes, todos ellos haciéndolo único en el cine francés.

Con su estilo interpretativo y esas mañas que lo caracterizaban, de Funes llegó a ser el actor favorito de los franceses, según varias encuestas realizadas desde finales de los años 60. Interpretó más de 150 papeles en el cine y más de 100 en el teatro. En este medio la fama no fue inmediata debido a su timidez.

Louis Germain David de Funes de Galarza y Soto (31 de julio de 1914 – 27 de enero de 1983), francés de padres españoles, fue un gran comediante y uno de los actores del mundo francófono más famosos de todos los tiempos, quien gozó, además de un amplio reconocimiento internacional.

A los cinco años recibió lecciones de piano, trabajó en distintas peleterías y ejerció varios oficios, siendo por lo general despedido.

Los padres lo inscribieron en la École technique de photographie et de cinéma, hoy en día llamada École nationale supérieure Louis-Lumière; eligió el curso de cine, pero siempre terminaba desempleado.

Su vida artística no comenzó bien, sin embargo, un buen oído musical lo ayudó años más tarde en filmes como «Le Corniaud» o «Le Grand Restaurant, además de poseer buenos conocimientos sobre cine.

En aquella época desarrolló la «mirada sollozante y los gestos fastidiosos» del Pato Donald, según confesó.

De Funes debutó en la gran pantalla con el papel de portero del cabaret «Le Paradis» y este fue el punto de partida de su carrera cinematográfica.

Encarnó a Don Salluste de Bazán, Ministro de Hacienda del Rey de España, en la película francesa de culto «Delirios de grandeza», ambientada en la España del siglo XVII. Claude Autant-Lara, un cineasta de aquellos tiempos, notó su potencial cómico y en 1957 su interpretación del pescador furtivo huyendo de un guardabosques en «Ni vu, ni connu» le valió el título de «mejor cómico del momento».

La adaptación al cine de la obra teatral «Oscar» (1967) fue un éxito de taquilla, ambas con la participación del actor.

En 1964 estrenó el primer filme de la saga del Gendarme hasta llegar a la existosa secuela «Fantomas». Al año siguiente la revista Time comparó al dúo cómico Bourvil/De Funes con el formado por Laurel y Hardy en «El gordo y el flaco».

Un reconocido actor al lamentar su deceso comentó: Los cómicos mueren siempre de una crisis cardíaca, porque hacer reír cansa el corazón.

Louis de Funes recibió las distinciones Caballero de la Legión de Honor (1973) y César de honor (1980, categoría César del cine).

mem/dpm

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