La causa de dicho declive la adjudicó a la caída de los rendimientos y el aumento de los costos unitarios, según anunció la compañía el miércoles.
Por demás, se suma esa causa a las señales de advertencia para las aerolíneas europeas en un contexto de estancamiento de la demanda y de problemas con la entrega de aviones.
Las tarifas aéreas en Europa y Asia empezaron a estabilizarse o a caer, lo que indica el fin del prolongado auge de los viajes tras la crisis financiera y supone un revés para las aerolíneas que luchan contra unos costos más elevados y una disponibilidad limitada de aviones.
En el tercer trimestre, Lufthansa espera que los rendimientos sean inferiores a los niveles de 2023 en un porcentaje de un solo dígito, mientras los costes unitarios se espera que aumenten en una cantidad similar, dijo la compañía en comunicado.
Sin embargo, el crecimiento de la capacidad en todo el mercado intensificó la presión sobre los precios de las aerolíneas de pasajeros, provocando una caída de los rendimientos.
Los analistas señalan que Lufthansa adoptó un enfoque más prudente a la hora de aumentar su capacidad el año pasado, lo que significa que este se ha visto más afectada por el descenso de los rendimientos, dado que su expansión de la capacidad es más rápida.
En general, la compañía espera que los beneficios ajustados antes de intereses e impuestos (EBIT) del tercer trimestre no alcancen el nivel del año anterior de mil 500 millones de euros, debido a las dificultades de su negocio principal de pasajeros, Lufthansa Airlines.
Para julio, Lufthansa recortó su objetivo de beneficios por segunda vez este año. Las acciones de Lufthansa decrecieron cerca del 23 por ciento en los últimos seis meses, mientras lucha por recuperar su balance.
La transportista germana anunció un resultado neto de 469 millones de euros en el periodo de abril a junio, casi la mitad menos que en el mismo periodo del año anterior.
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