La asistencia, valorada en mil 500 millones de dólares, abarca mil millones de dólares en subvenciones y 500 millones de dólares en préstamos con el objetivo de ayudar al gobierno etíope a implementar reformas destinadas a estabilizar la macroeconomía. Con anterioridad recibió el visto bueno del Consejo de Ministros.
Estas modificaciones tienen un enfoque particular en la creación de empleo, la regulación de la inflación, abordar la escasez de divisas y facilitar ajustes estructurales. Algunos de los fondos serán asignados para apoyar directamente el presupuesto federal para el año fiscal 2024/2025.
Las reformas al sistema cambiaron anunciadas el lunes y puestas en vigor de manera inmediata, así como el acuerdo con AIF y los mecanismos de control necesarios para abordar eficazmente los desafíos económicos fueron temas de preocupación entre los parlamentarios.
En respuesta, el ministro de Finanzas Ahmed Shide destacó el progreso de Etiopía en los últimos seis años con la implementación de la primera fase de su reforma económica local para abordar problemas económicos de larga data, incluida la carga de la deuda, la inflación y la necesidad de cambios estructurales en la economía.
Ahmed señaló que, a pesar de enfrentar numerosos desafíos, como la pandemia de Covid-19, el conflicto en curso en las regiones en el norte del país y la sequía, lograron avances significativos en el crecimiento del sector a través de estas reformas.
Precisó que la segunda fase del programa de reforma económica es parte del compromiso continuo del gobierno para completar modificaciones macroeconómicas esenciales. La actual etapa busca combatir la inflación, aliviar la carga de la deuda y desbloquear un mayor potencial económico, recordó.
Destacó también que las iniciativas de financiación anunciadas recientemente por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial son cruciales para impulsar esas reformas, abordar los desafíos heredados, fomentar el crecimiento y mejorar los medios de vida de los ciudadanos.
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