El anuncio que hiciera este miércoles el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, de que el banco central podría aplicar la poda tan pronto como en septiembre, sería una señal de que la lucha contra la elevada inflación -que llegó a los peores niveles en cuatro décadas- estará cerca de terminar.
Powell subrayó a los periodistas que los responsables de esas políticas no tomaron una decisión firme acerca de qué harán cuando se reúnan el próximo 17 y 18 de septiembre, pero sí anticipó que de continuar los indicadores económicos a ese ritmo un recorte de tasas está “sobre la mesa”.
Para ese momento, a menos de dos meses de las elecciones generales del 5 de noviembre, la posibilidad de mostrar Harris y los demócratas de mostrar ese resultado les daría argumentos para presentar de exitosa la agenda económica del presidente Joe Biden.
Durante todo su mandato Biden recibió bajas calificaciones en las encuestas, pese a que siempre apostó por su plan (Bidenomic) e intentó convencer a las votantes de que la economía va bien.
Sin embargo, pese a cifras a la baja en el desempleo y mejoras en salarios, no alejaron la percepción de estrés económico en los bolsillos de la media de las familias del país.
La inflación es hasta el momento el indicador que sienten con mayor fuerza los ciudadanos y un arma política en poder de los republicanos, quienes achacan a los demócratas los elevados precios al consumidor tras la toma de posesión de Biden, en enero de 2021.
«Las tasas de interés más bajas serán una noticia doblemente positiva para los consumidores», dijo Ernie Tedeschi, exfuncionario de la Casa Blanca de la actual administración, citado en medios locales.
Trump y los republicanos del Congreso instaron al banco central para que no tome medida alguna antes de los comicios, porque sugieren que se trataría de una interferencia política, algo que rechazó Powell al afirmar que ellos solo se guían por factores económicos en sus decisiones.
«El Congreso nos ha ordenado que llevemos a cabo nuestro negocio de una manera apolítica en todo momento, no solo algunas veces», dijo a los periodistas e insistió que nunca usan sus herramientas “para apoyar u oponernos a un partido político, un político o cualquier resultado político”.
Los sondeos afirman de manera consistente que la economía, el costo de la vida y la inflación es lo que más preocupa a los electores de Estados Unidos.
Atribuirse alguna victoria en este acápite previo a la cita en las urnas podría generar una opinión favorable hacia la abanderada demócrata.
jf/dfm
