En la situación emergente, la parte rusa se reserva el derecho de dar una respuesta adecuada a la decisión hostil inmotivada de las autoridades moldavas contra un empleado de la Embajada rusa, señaló la diplomática este jueves en su canal oficial de Telegram.
Subrayó que Rusia considera este paso inamistoso «como otra manifestación del agresivo curso antirruso de los actuales dirigentes moldavos, los que destruyen irresponsablemente los lazos ruso-moldavos, de profundas raíces históricas.
La intensificación de los sentimientos rusófobos, la fabricación y promoción de historias de espionaje atestiguan la pérdida de la capacidad oficial de Chisináu para tomar medidas adecuadas, para darse cuenta de la importancia duradera de las relaciones entre Rusia y Moldavia para los pueblos de ambos estados, añadió.
Este 1 de agosto, las autoridades moldavas declararon persona no grata «sin ninguna justificación inteligible» a un empleado de la embajada rusa en Chisináu.
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