En un comunicado oficial las autoridades reportaron cinco muertos, uno de ellos un gendarme, y cuatro manifestantes por la explosión de una bomba en los encontronazos callejeros de este jueves durante los cuales ocurrieron actos de vandalismo y saqueo de edificios públicos y comercios, según versión oficial.
En contraposición un reporte conjunto emitido poco después por entidades de derechos humano cifra el total de muertos en 13.
Asimismo, el comunicado oficial admite que hay varios heridos en las filas de los protestantes y de los uniformados, aunque elude proporcionar cifras exactas.
El anuncio de la movilización general de todas las unidades de Policía del país corrió a cargo del inspector general del cuerpo, Kayode Egbetokun, quien lo explicó como “disposición de responder de manera rápida a cualesquiera amenazas ulteriores al orden público”.
La Policía está equipada para responder de manera apropiada a los actuales acontecimientos y tendrá el apoyo de otras agencias de seguridad, incluidos los militares si la situación llegara a requerirlo, aseguró el oficial.
Las protestas populares, que abarcan esta capital y resuenan con fuerza en dos estados del norte del país, Kano y Katsina, fueron convocadas a través de las redes sociales en una campaña llamada #EndBadGovernanceInNigeria (Terminen el malgobierno en Nigeria).
Resulta evidente que las marchas son un calco de las registradas días atrás en Kenya en protesta contra una ley de reforma económica propuesta por el presidente William Ruto para sanear las finanzas basada en el alza de algunos gravámenes y creación de otros, desestimada por el mandatario por la presión popular.
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