Por Michel Dalí, enviado especial
Esta mañana se levantó como uno más, se puso el traje de baño y ayudó a Francia a acceder a la final del relevo 4×100 metros combinados. Y además, el insaciable tritón oriundo de la Villa Rosa, como llaman a Toulouse, estará en la posta del 4×100 mixto.
Los relevos son especiales, no nadas por lo individual solamente, sino también lo haces por los compañeros de equipo, la familia y es un regalo para el público, declaró el joven de 22 años luego de contribuir al pase a la final del 4×100 estilos.
Esta noche volverá a la piscina de La Defense Arena, donde intentará alcanzar su quinta medalla en las citas estivales bajo los cinco anillos en el 4×100 mixto combinados. Y pudiera lograr una sexta el domingo.
Lo compararon nuevamente hoy con míticos nadadores estadounidenses Mark Spitz y Michael Phelps, y en breves palabras a los periodistas trató de sacudirse la presión.
‘Es una locura. Son leyendas. Leyendas de su propio deporte’. Es una locura que te comparen con ellos. No creo que me dé cuenta a partir de ahora. Quizá lo haga dentro de unos días’, añadió con cierta resignación entusiasta.
Cumplió con palabras mayores y se convirtió en el primer francés de la historia en cosechar cuatro preseas áureas en unos mismos Juegos Olímpicos. Lo igualó en metales dorados el supercompleto Teddy Riner en judo, aunque en diferentes citas.
Spitz conquistó siete medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Munich 1972 y Phelps es el deportista con más preseas alcanzadas en estas instancias con 28.
La diferencia es que ninguno de los dos tritones estadounidenses se atrevió a lo que hizo Marchand en París. Desafiando cronómetros, adrenalina y capacidad física, el Rey Léon galo nadó en dos horas, en una sola noche, 400 metros, 200 en mariposa y 200 en braza, algo inédito en la reina de las disciplinas acuáticas.
Completó la víspera una noche mágica, como la había soñado, y se mostró feliz y exultaste por el apoyo de casi 15 mil personas en el estadio.
“El cansancio podía pasarme factura y entonces preferí guardar reservas para pecho y libre, soy muy bueno gestionando mis energías; luego me sentí más confiado y pude rematar bien. Es excepcional el público, me inspiró muchísimo”, comentó el nadador.
Apodado el “Phelps francés”, entrenado precisamente por Bob Bowman otrora preparador de Michael Phelps, proviene de una familia deportista. Su padre, Xavier Marchand fue medallista de plata mundial y olímpico, y su madre, Céline Bonnet, plusmarquista francesa, en ambos casos en natación.
Parece improbable que consiga incrementar su colección dorada porque en los relevos hay otros contrincantes de alto rango como Australia, Estados Unidos, Gran Bretaña, China o Japón.
Empero, la distinción nobiliaria en París 2024 es suya: Soy Leyenda, Léon Marchand.
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