El documento difundido reconoce asimismo a seis voceros de esa agrupación armada, al tiempo que pide se levanten sus órdenes de captura para poder instalar el espacio, cuya misión será “verificar la voluntad de transitar hacia el Estado de Derecho, fijar los términos de sometimiento a la justicia en los términos permitidos en la Ley”.
A la cabeza de la representación del Gobierno fue nombrado Álvaro Jiménez, exnegociador de la guerrilla del Movimiento 19 de abril (M-19), al que se le confirieron potestades para realizar los actos necesarios y tendientes a entablar conversaciones sociojurídicas con la mencionada Estructura Armada Organizada de Crimen de Alto Impacto.
Harán parte también del equipo negociador gubernamental María Gaitán, nieta de Jorge Eliécer Gaitán (1903-1948), político, miembro y líder del Partido Liberal Colombiano; Armando Custodio Wouriyu; Víctor Negrete y Águeda Plata.
El clan del Golfo estará representando por su máximo jefe, Jobanis Ávila, alias Chiquito Malo, así como por otros como José Sánchez, del Bloque Roberto Vargas Gutiérrez, que opera en el Bajo Cauca antioqueño; y Elkin Casarrubia, alias Cura, un antiguo exparamilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia del Bloque Calima que se desmovilizó y luego volvió a las armas.
En marzo pasado el mentado grupo criminal expresó su disposición de retomar los diálogos con el presidente Gustavo Petro, tras un primer intento fallido de negociaciones.
A diferencia del resto de las asociaciones armadas en diálogos con el Gobierno, a esta agrupación no se la ha reconocido un estatus político, por lo cual con él se entablan conversaciones sociojurídicas, según se especificó.
oda/ifs
