La iniciativa, presentada por el ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y cuyos trámites comenzaron con el extitular de esa cartera Alberto Garzón, será sometida a escrutinio para opiniones de cualquier persona al referido borrador del texto.
El nuevo etiquetado contaría con impresión en alfabeto braille y regularía otros productos de consumo de especial relevancia, señalaron fuentes del gobierno del socialista Pedro Sánchez.
Para el ministro de la mencionada cartera, Pablo Bustinduy, la medida es clave para garantizar la accesibilidad universal a los productos y convertir a ciegos y débiles visuales en consumidores de pleno derecho.
Al intervenir el pasado 22 de junio en el Congreso de los Diputados (parlamento), Bustinduy declaró que, actualmente, 4,3 millones de personas en España tienen algún tipo de discapacidad.
Ello puede causarle impedimentos en diferentes situaciones a la hora de desenvolverse en las relaciones de consumo y en el acceso a la información, especialmente las personas con discapacidad visual.
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