En una intervención anoche de apenas 11 minutos en un foro empresarial, Milei dedicó buena parte de su discurso a cuestionar las políticas de sus antecesores y a defender el capitalismo de libre mercado.
El mandatario también tuvo elogios para las políticas que se han aplicado aquí durante décadas, las cuales –de acuerdo con analistas- son las responsables de la creciente desigualdad social.
Su visita se dio en el contexto de la inauguraciòn en agosto de 1997 de un gasoducto que permitió transportar 28 mil 500 millones de metros cúbicos de gas hacia Chile a través de la cordillera de Los Andes.
La obra entró en funciones durante los gobiernos de Carlos Menem (1989-1999) y Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000). El expresidente chileno estuvo entre los invitados a la ceremonia.
Milei prometió honrar los contratos firmados por ambos países, incluso con las administraciones que le precedieron.
“Nuestra vocación está asignada también por el compromiso de honrar los contratos celebrados, todos, los que nos gustan y los que no”, dijo.
Ni en la agenda de Milei, ni en la de Boric estaba contemplado un acuerdo bilateral.
Un artículo publicado en la página digital del Diario y Radio Universidad de Chile, asegura que el Gobierno chileno se enteró de la visita casi al mismo tiempo que se anunció por la prensa.
Según ese medio, Milei sí mostró intenciones de reunirse con Boric, pero en el lugar y el horario fijado por él, lo cual fue calificado como muy informal.
Para protestar contra el visitante, un pequeño grupo de personas se concentró frente a la embajada de Argentina en la comuna de Santiago, que estuvo todo el tiempo custodiada por fuerzas de seguridad.
arc/car