En declaraciones a ese medio de prensa, Caamaño condenó la violación de la autonomía de esa institución y las intenciones de perseguir al proyecto, las Madres y a todas las personas que trabajan allí.
Además, precisó que empleados y estudiantes permanecen en el edificio de la UNMA “a modo de resistencia, lucha pacífica y alerta”.
La semana pasada, el interventor (Eduardo Luis Maurizzio) apareció en la universidad custodiado por seis personas y entró por el sótano. Los alumnos le pidieron que se retirara. La intromisión sin ninguna comunicación ni contacto previo fue registrada ante la Justicia, añadió.
Creada por la luchadora Hebe de Bonafini (1928-2022) con el objetivo de difundir el conocimiento como herramienta de transformación y fomentar en los jóvenes el compromiso político, la UNMA logró en 2023 la autonomía y el financiamiento público necesario, tras una votación clave de diputados y senadores.
Durante los últimos tiempos, sus profesores y estudiantes denunciaron el retiro de fondos, el desconocimiento de las autoridades electas y otras acciones del Ejecutivo de Javier Milei.
Es una intervención de facto del gobierno nacional que utiliza la figura del rector organizador, pese a que en la UNMA ya fueron seleccionados los miembros del claustro y los trabajadores no docentes en asamblea soberana. Se eligió un Consejo Superior y Caamaño fue ratificada como rectora por unanimidad. Todo eso lo quieren desconocer, explicó el profesor Demetrio Iramain.
La UNMA tiene dos mil 300 estudiantes, 190 maestros y 90 empleados no docentes, quienes decidieron permanecer en estado de alerta y movilización permanentes.
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