De acuerdo con lo informado por un portavoz de Downing Street, en declaraciones a los medios, el ejecutivo del primer ministro Keir Starmer refirió que aún no está satisfecho, pues “el trabajo no habrá terminado hasta que todas las personas se sientan seguras en las comunidades”.
El premier británico insistió en los últimos días en la necesidad de prevenir nuevas movilizaciones violentas y también en la depuración de las responsabilidades con procesos judiciales acelerados.
En este sentido, la lista de detenidos supera los 900 nombres, de ellos más de 460 ya recibieron condenas.
Según lo informado, un niño de 12 años resultó este lunes la persona de menor edad imputada por vandalismo, en su caso por arrojar un objeto contra policías, si bien quedó en libertad provisional a la espera de la lectura de la sentencia, prevista para el 17 de septiembre.
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