Una caravana la acompañó a ella y otros integrantes de la delegación istmeña a la cita estival desde el Aeropuerto Internacional de Tocumen hasta el Palacio de las Garzas ( sede del Ejecutivo) donde el presidente de la República, José Raúl Mulino, le esperó en el Salón Amarillo con el primero de los agasajos.

Luego se trasladaron al parque Urracá, engalanado desde horas tempranas para la ocasión, para que, en medio de una hondonada de fuegos artificiales que iluminaron esta urbe, el pueblo diera diversas muestras del cariño y el respeto que le profesan a la también sargento de la Policía Nacional, de 35 años de edad.

En la velada en la casa presidencial, Mulino agradeció en nombre de Panamá a toda la delegación olímpica y le comentó a Bylon que se lució en París y que sufrió cada vez que recibía golpes en sus combates.

También indicó que esta es una oportunidad de oro para el país y que “nos compromete con los atletas” panameños.

A su turno, Bylon tuvo palabras de agradecimiento para su familia, en especial a su madre, y también para su entrenador Gustavo Caicedo, y señaló que llegar a unas Olimpiadas es algo que no todos los atletas logran, ya que eso implica esfuerzo y dolor.

Además aprovechó la ocasión para hacer un llamado al Ejecutivo para que se le dé a los atletas instalaciones adecuadas para la práctica de sus deportes.

Mulino respondió que la moderna instalación recientemente inaugurada en la Cinta Costera, en la capital, se denominará Centro de Alto Rendimiento Panamá, Tierra de Campeones, Atheyna Bylon.

A la emotiva ceremonia asistieron otros aletas olímpicos como Emily Santos (natación), Hillary Heron (gimnasia artística), Kristine Jiménez (judo) y Franklin Archibold (ciclismo).

No estuvieron presentes Gianna Woodruff (atletismo) y Tyler Christianson (natación).

La presea plateada obtenida por Bylon, al ceder en la final ante la china Li Qian, se trata de la primera medalla olímpica obtenida por una mujer panameña y de la disciplina del boxeo.

A la fecha, Panamá contaba solo con tres medallas olímpicas; dos bronces en Londres 1948, en los 100 y 200 metros masculinos, ambas de Lloyd La Beach; y el oro en Pekín 2008 de Irving Saladino en salto de longitud.

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