La delegación argelina, representante árabe en el foro para la paz, convocó al encuentro tras calificar de graves los acontecimientos en el territorio asediado, especialmente después de los impactos aéreos contra la escuela Al-Tabin, en la ciudad de Gaza.
La agresión del sábado se suma a la creciente ola de ataques de Tel Aviv contra centros educativos donde se refugian cientos de miles de palestinos desplazados por la fuerza.
El hecho fue condenado por el secretario general de la ONU, António Guterres, quien lamentó la continua pérdida de vidas en el enclave y reclamó protección para los civiles junto a un mayor acceso humanitario sin trabas y seguro.
Por su parte, la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas aseguró que la escuela fue impactada al menos tres veces “con aparente desprecio por la alta tasa de muertes civiles”.
Desde el 4 de julio, la ONU ha contabilizado 21 ataques contra instalaciones que sirven de refugio y que dejaron al menos 274 muertes, entre ellas mujeres y niños.
Según el principal ente para los Derechos Humanos, la actual ofensiva sugiere un incumplimiento estricto de las obligaciones exigidas por el derecho internacional humanitario.
Los desplazados internos en la Franja se enfrentan a un horror indescriptible después de 10 meses de hostilidades, incluidos múltiples movimientos forzados, la rápida propagación de enfermedades y la continua negación del acceso a las necesidades básicas de la vida, dijo la Oficina.
Otros datos de Naciones Unidas aseguran que el 90 por ciento de la población de Gaza –estimada en 2,3 millones de habitantes-, ha sido desplazada incluso hasta diez veces desde el 7 de octubre, cuando estallaron las hostilidades.
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