Según los militares, el despegue desde la base aérea de Sao Paulo está previsto para las 11:00 (hora local) y los ataúdes serán llevados a Cascavel (en el sureño estado de Paraná), ciudad de la mayoría de las víctimas.
Los familiares de cada una de ellas elegirán si quieren hacer ceremonias privadas o si utilizarán el espacio público ofrecido por la municipalidad.
De acuerdo con el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa), el informe preliminar sobre las posibles causas del desplome del avión, de la empresa Voepass, debe estar terminado en 30 días.
La información de las cajas negras ayudará en las indagaciones para entender los últimos momentos del vuelo e identificar posibles fallas técnicas o humanas.
El Ministerio Público de Trabajo abrió una pesquisa para determinar si los pilotos y comisionados trabajaban bajo carga excesiva, sin respeto a las escalas de descanso e intervalos.
La aeronave despegó el 9 de agosto de Cascavel a las 11:50 (hora local) y debía aterrizar en el aeropuerto internacional de Guarulhos (Sao Paulo) a las 13:45 (hora local).
Un informe de la Fuerza Aérea Brasileña, asegura que, a partir de las 13:21, el avión no respondió a las llamadas del Control de Aproximación de Sao Paulo, ni declaró emergencia o informó que estaba bajo condiciones climáticas adversas. La pérdida de contacto con el radar ocurrió a las 13:22 (hora local).
La Defensa Civil informó que el aparato, modelo ATR-72, explotó al caer al suelo, en el patio de una casa. No hubo heridos en tierra. Videos registraron el momento del accidente.
Expertos creen que el mal tiempo puede haber contribuido a la acumulación de hielo en las alas.
Primeras pericias del Instituto Médico Legal de Sao Paulo revelan que los cuatro tripulantes y 58 pasajeros fallecieron debido a politraumatismos.
“La aviación brasileña es muy segura, es una de las más seguras del mundo. Obviamente, lamentamos todos los accidentes con víctimas, pero es importante identificar lo que pasó» en la tragedia, afirmó a corresponsales extranjeros el ministro de Puertos y Aeropuertos, Silvio Costa Filho.
Llamó a no sacar conclusiones precipitadas y a esperar los resultados de la investigación técnica que realiza el Cenipa.
«Vamos a actuar con la ley, esperaremos la pericia y el diagnóstico. Es un tema muy sensible porque estamos hablando de vidas, de una empresa con más de 28 años de mercado. Es el primer accidente de esta empresa y es por eso que estamos con paciencia para poder tratar este tema», subrayó.
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