De acuerdo con el portavoz de la Cancillería, Lin Jian, la NED se presenta falsamente bajo la bandera de la ‘promoción de la democracia y los derechos humanos’.
El diplomático denunció la participación de esta fundación en una serie de acciones subversivas que incluyen la orquestación de revoluciones de colores, la incitación a la confrontación entre naciones, fabricación de información falsa y el uso de «actividades académicas» como medio de intervención e infiltración.
El vocero hizo alusión al informe «Las acciones y la verdadera naturaleza de la Fundación Nacional para la Democracia de Estados Unidos», publicado recientemente por el Ministerio de Relaciones Exteriores del gigante asiático.
El texto detalla cómo la NED extendió su influencia a China al apoyar los movimientos separatistas en Taiwán y promover actividades para socavar la seguridad política y la estabilidad social en Xinjiang, Hong Kong y el Tíbet.
Estas acciones «constituyen una grave amenaza para la soberanía y los intereses de desarrollo de los países afectados, violan el derecho internacional y las normas fundamentales de las relaciones internacionales, y socavan la paz y la estabilidad global», agregó el portavoz.
Lin calificó a las actividades de la NED como contrarias a los principios de justicia y equidad.
«Cada país tiene el derecho a elegir su propio camino de desarrollo basado en sus realidades nacionales y las necesidades de su pueblo. Ninguna nación debe arrogarse el papel de maestro en cuestiones de democracia y derechos humanos, ni utilizar estos temas como pretexto para interferir en los asuntos internos de otros países», enfatizó el vocero.
El portavoz instó a la comunidad internacional a trabajar de conjunto, basados en el respeto mutuo y la igualdad, para promover el progreso global y la cooperación en beneficio de todos.
Esta no es la primera vez que China expone las actividades subversivas de la NED, de hecho, en ocasiones anteriores Beijing denunció el vínculo directo de esa fundación con el gobierno de Washington y la calificó como la «segunda CIA» (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos).
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