De acuerdo con el Coronel Zhang Xiaogang, portavoz del Ministerio de Defensa, esta narrativa busca socavar la paz y la estabilidad regional, al tiempo que reafirmó su postura contra tales tácticas desestabilizadoras.
«Es de conocimiento común que Estados Unidos representa la mayor amenaza nuclear en el mundo. Con el mayor arsenal nuclear global y una política que permite el uso preventivo de armas nucleares, Washington ha invertido en la miniaturización y operacionalización de su armamento nuclear», declaró.
El vocero recordó que aquella nación utiliza sus armas nucleares como herramientas de coerción y para atar a sus aliados, lo cual demuestra sus intenciones de dominación nuclear global.
Por otro lado, el Coronel Zhang también criticó a Japón por alinearse con las estrategias nucleares norteamericanas en lugar de aprender de su trágica historia.
Según China, esta actitud solo aumenta las tensiones regionales y eleva los riesgos de proliferación y conflicto nuclear.
El portavoz reafirmó el compromiso de China con una estrategia nuclear defensiva, subrayó la política de no ser el primero en usar armas nucleares y de mantener su arsenal en el nivel mínimo necesario para la seguridad nacional.
«Instamos a Estados Unidos y Japón a abandonar la mentalidad de la Guerra Fría y reconocer que una guerra nuclear no puede ser ganada ni luchada,» agregó y reiteró el llamado a reducir el papel de este tipo de armamento en sus políticas de seguridad.
Asimismo, el vocero cuestionó las recientes acciones militares de Washington y el gobierno nipón en Filipinas, las cuales, según Beijing, están destinadas a desestabilizar la región del Mar del Sur de China.
Zhang condenó el anuncio sobre un paquete de asistencia militar de 500 millones de dólares a Manila, destinado a «contrarrestar» la presencia china en el área.
El portavoz también se refirió a los recientes ejercicios militares conjuntos entre Tokio y Filipinas en la llamada «Zona Económica Exclusiva».
«El apoyo militar de Estados Unidos y Japón a Filipinas es visto como un intento de provocar tensiones y utilizar a Filipinas como peón en sus juegos de poder en la región,» afirmó.
Beijing reafirmó su soberanía sobre las islas del Mar del Sur de China y sus aguas adyacentes, y advirtió que cualquier intento de violar este espacio será enfrentado con medidas firmes y legales.
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