Harris viajó a Raleigh, capital de Carolina del Norte, para presentar su agenda, días después de que su rival republicano, el expresidente Donald Trump también visitara ese estado hablando de economía.
Al menos 100 millones de ciudadanos de Estados Unidos podrían beneficiarse con el proyecto de alivio fiscal. Las nuevas propuestas se suman a lo que ya mencionó Harris sobre el tema de la necesidad de bajar los precios y lograr mejorar el acceso a la vivienda.
La candidata pretende una prohibición federal de la especulación de precios por parte de las empresas de alimentos y productos comestibles.
Para Harris y su compañero de fórmula, Tim Walz, la reducción de impuestos sería una ayuda para los estadounidenses en cuanto al pago del seguro médico bajo la Ley de Atención Médica Asequible.
El evento de campaña donde abordó los puntos de su agenda para un futuro gobierno, en caso de ganar las elecciones, ocurrió a 72 horas del inicio de la Convención Nacional Demócrata en Chicago.
En un intento por marcar diferencias, la vicepresidenta advirtió que Trump «pelea por los millonarios y las grandes empresas. Nosotros, yo, lucharé para devolverle dinero a los estadounidenses trabajadores y de clase media».
Harris ya se pronunció por eliminar el impuesto sobre las propinas para los trabajadores del sector de servicios, cuya idea reclama el expresidente Trump.
La víspera el presidente Joe Biden y la vicepresidenta celebraron en Maryland su primer evento conjunto desde que el jefe de la Casa Blanca decidió abandonar la carrera por la reelección, en el que hablaron sobre los esfuerzos por disminuir los costos para los estadounidenses.
Poco antes del acto en Maryland, la administración Biden-Harris anunció que el Departamento de Salud y Servicios Humanos llegó a un acuerdo histórico para la reducción de precios de 10 medicamentos que podrían ahorrar a los afiliados de Medicare cerca de 1.5 mil millones de dólares en costos de bolsillo cuando entren en vigor los nuevos precios en 2026.
Los fármacos negociados son para tratar la diabetes, el cáncer, la artritis y otras enfermedades.
La reacción de Trump no se hizo esperar, poco después del anuncio del plan lo calificó de comunista.
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