El Observatorio de Salud Reproductiva (Osar) reportó en ese período 33 mil 897 nacimientos de progenitoras desde los 10 hasta los 19, con la mayor cifra en esta capital (cuatro mil 290), Alta Verapaz (cuatro mil 283) y Huehuetenango (cuatro mil 99), precisó el medio de prensa.
En menores de 14 registró mil 137, con dos niñas de 10 años, ambos casos en Chiquimula, así como cuatro alumbramientos en madres de 11 en los departamentos de Huehuetenango, Izabal, Sacatepéquez y Suchitepéquez.
La directora del Osar, Mirna Montenegro, advirtió que a menor edad de la mamá, mayor es el riesgo de morbilidad y mortalidad, pues los cuerpos de las niñas no están aptos para llevar vida en el vientre ni para dar a luz.
En lo que va del 2024 –según datos de la entidad citados por Prensa Libre- van dos fallecimientos de menores de 14 años.
“No tenemos información de cuántos hijos de madres adolescentes mueren en el primer año de vida, pero sí sabemos de la relación que existe entre estos embarazos y desnutrición infantil, que es del 60 por ciento”, añadió Montenegro.
Además, remarcó, un embarazo a temprana edad trunca los proyectos de vida de las niñas y jóvenes.
Únicamente el 34,3 por ciento de las mujeres que enfrentaron la maternidad entre los 10 y 19 años lograron cursar la secundaria, y solo el 2,1 por ciento tiene estudios universitarios, puntualizó la Osar.
Comparó lo anterior con que quienes fueron madres entre los 20 y 29 años, la mitad terminó la secundaria y un nueve por ciento optó por la educación terciaria.
Montenegro enfatizó en la necesidad de que el embarazo adolescente se aborde desde un enfoque multisectorial e integral.
Hay que trabajar con las comunidades y con las familias para cambiar ese constructo social de aceptación y machismo, y de no creer en las niñas, expresó.
Instó a dar protección social a las jóvenes y a su bebé, además de que el sistema de justicia sea riguroso con los agresores, pues los embarazos en menores de 14 años son producto de una violación, subrayó.
El monitoreo realizado por el Osar evidenció asimismo que, mientras menor edad de las niñas, más probabilidades de que vivan una maternidad en soledad.
Mostró que un ocho por ciento de los progenitores eran mayores de 35 años, por lo cual les doblarían la edad a las madres adolescentes.
Informes del Ministerio de Salud y Asistencia Social de Guatemala indicaron más de 50 mil embarazos no deseados en niñas y adolescentes cada año.
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