La mayoría de las opiniones se inclinan porque la nación norteña se tiña de azul (demócrata) y no de rojo (republicanos). Por mayoría los entendidos favorecen más una victoria de Kamala Harris que del expresidente Donald Trump.
El pasado 1 de junio la delegación de Estados Unidos a la investidura del mandatario salvadoreño estuvo encabezada por el secretario de Seguridad, Alejandro Mayorkas, encargado de regular el tema migratorio, un asunto que estará presente en la relación entre ambos países, gane quien gane en noviembre, Kamala Harris (D) o Donald Trump (R).
Eso no se escapa a la mirada de Bukele, quien, pese a su presunta inexperiencia en política, muestra un olfato bien refinado para lo que lo puede afectar en el futuro y avanza pasos para plantar cara a cualquiera de las dos tendencias de gobierno en Washington, demócrata o republicana, aunque en esencia son intereses muy parecidos.
En medios como La Prensa Gráfica (LPG), donde varios artículos en las últimas jornadas se inclinan hacia el bando azul dados los ataques de Trump contra los inmigrantes y sus amenazas de deportaciones masivas, el tema se hizo recurrente.
En Estados Unidos hay cerca de un cuarto de millón de salvadoreños protegidos por el Estatus de Protección Temporal (TPS), que si llega Trump a la Casa Blanca puede desparecer.
La preferencia por un partido fue abordada en el diario LPG por el director ejecutivo de Alianza Américas, Óscar Chacón, quien consideró que la candidatura demócrata demuestra mas apoyo por gobernar para las personas comunes.
El directivo afirmó que, ante las próximas elecciones estadounidenses existen diferentes panoramas en asuntos de política exterior para El Salvador, entre ellas una apuesta “extraoficial del gobierno salvadoreño” por el candidato del Partido Republicano, pero esta apuesta “del liderazgo político salvadoreño podría ser incorrecta”, opinó.
Para la mayoría la mejor apuesta para nuestro bienestar en Estados Unidos sería una administración Harris-Walz, que muestra claramente una preferencia para gobernar que “se favorezcan los intereses de las personas, no (preferencias) de ultra millonarios de Estados Unidos, sino apoyar a las personas comunes”, sostuvo Chacón.
Quien vencerá en la disputa es un asunto que es previsible ocupe espacios en el país, dada su dependencia de la nación norteña.
La razón parece obvia y así lo expresan emigrantes en Estados Unidos. “Sin nosotros, sin nuestras remesas, sin los salvadoreños que viven en el exterior, el país estaría igual o más empobrecido que otros países, como Haití, por ejemplo, opinan y miran con recelo las amenazas de Trump.
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