“La ocupación (de Gaza) es el objetivo por el que Netanyahu está luchando, incluso a costa de la muerte de los restantes secuestrados (israelíes) y con el riesgo de una guerra regional”, afirmó en un artículo Aluf Benn, editor jefe del periódico.
Señaló que el jefe de Gobierno quiere mantener bajo control castrense los corredores Netzarim y Filadelfia.
El primero fue creado durante la actual guerra para cortar en dos al enclave costero y el segundo es una franja de tierra palestina de 100 metros de ancho y 14,5 kilómetros de largo que corre paralela a la frontera entre Egipto y Gaza.
Benn recordó que esta semana Netanyahu calificó a ambos ejes como un recurso estratégico que aporta seguridad al país.
Aunque la cuestión de los israelíes capturados por las milicias palestinas se considera un tema central en esta nación, el político derechista ve el asunto como “una fuente de daño mediático, una herramienta para disputas en manos de sus oponentes y una distracción del objetivo: la ocupación de Gaza”, aseguró el periodista.
Controlar el Corredor Filadelfia permite a Israel rodear el territorio desde sus tres lados terrestres y aislarlo de Egipto, mientras que mantener el eje Netzarim ayuda a continuar con la expulsión de los palestinos de la zona norte, recordó.
“La derecha israelí codicia esa región para los asentamientos judíos, con sus enormes capacidades inmobiliarias, incluida una topografía cómoda, una vista al mar y su proximidad a Tel Aviv y su región”, subrayó.
Benn consideró que tras la experiencia de 57 años de ocupación de Cisjordania y Jerusalén Este, este será un proceso largo que requerirá mucha paciencia y capacidad de maniobra diplomática.
El gobierno israelí no establecerá una gran ciudad judía en Gaza mañana, sino que desarrollará un plan tras otro, apuntó.
Según esta visión, agregó, el sur de Gaza seguirá bajo control de Hamas, que se verá obligado a atender a una población que carecerá de todo y estará bajo permanente el asedio israelí.
Netanyahu estima que tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la influencia de los manifestantes pro-palestinos en la política norteamericana se desvanecerá, incluso si gana la demócrata Kamala Harris, expresó el periodista.
Si Donald Trump regresa a la Casa Blanca, el primer ministro espera recibir total libertad por parte de la Casa Blanca, advirtió.
“Durante la reunión del gobierno de esta semana, Netanyahu repitió su lema electoral de 1996 contra los Acuerdos de Oslo, ‘negociaciones, no concesiones’. Esto significa en hebreo que una zona ocupada no será devuelta, ni siquiera bajo presión internacional”, afirmó Benn.
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