De acuerdo con el vocero del Ministerio de Comercio, estas acciones son un ejemplo típico de sanciones unilaterales y «jurisdicción de brazo largo».
«Las medidas socavan el orden y las normas del comercio internacional, obstaculizan las relaciones económicas y comerciales normales entre países, y afectan la seguridad y estabilidad de las cadenas de suministro globales», agregó el portavoz.
La cartera manifestó su fuerte descontento y firme oposición a esta inclusión e instó a Washington a cesar de forma inmediata con este proceder.
«Tomaremos las medidas necesarias para defender con firmeza los derechos legítimos de las empresas chinas», puntualizó el portavoz.
Estas desaveniencias entre las dos principales economías del orbe se unen a las tensiones diplomáticas debido a la interferencia de Estados Unidos en asuntos internos del gigante asiático como Taiwán y el Mar Meridonal de China.
De hecho, esta semana el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, visitará Beijing y se reunirá con el canciller Wang Yi.
Según la Cancillería, uno de los temas sobre la mesa será la protesta de China ante las medidas unilaterales que perjudican los intereses nacionales, así como la politización de los asuntos económicos y comerciales.
Por otro lado, el Ministerio de Relaciones Exteriores rechazó en varias ocasiones la práctica de políticas injerencista por parte del gobierno de Estados Unidos contra países soberanos.
Para la Cancillería, el derecho de llevar a cabo intercambios económicos y comerciales normales con Rusia no puede ser infringido.
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