En esa situación se halla el 70 por ciento del total de ese sector, cuando la mayoría de los hechos ocurren en bancos y aseguradoras, describió el representante de NetReady en el país, citado por el diario Prensa Libre.
Además –subrayó- pueden irrumpir en empresas, no precisamente financieras, para afectar el inventario o la facturación con algún propósito, así como entidades de gobierno o servicios públicos para impactar en la imagen.
«En Guatemala, el año pasado, grandes empresas no financieras fueron víctimas de ataques. Hay compañías a las que les secuestran información y pagan millones de dólares para que se las devuelvan», precisó.
Algunos fueron fuertes, al tiempo que los cibercriminales obtuvieron información de las cuentas bancarias de los colaboradores, remarcó Ortiz.
Precisó que las estrategias de las empresas deben ir dirigidas a sus colaboradores, para concientizarlos sobre la buena utilización de las plataformas que utilizan.
La tecnología va en evolución y mientras salen herramientas para ingresar de forma ilegal a sistemas informáticos, también surgen para impedirlo, explicó.
Un ciberataque puede ocurrir en milésimas de segundos, y en este territorio centroamericano, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) son las más desprotegidas en cuanto a sistemas informáticos de seguridad, puntualizó el analista.
Recordó que hace 20 años los ataques cibernéticos se cometían únicamente mediante la instalación de virus; sin embargo, con la llegada de la Inteligencia Artificial, cualquier persona tiene acceso a intervenir sistemas.
NetReady, empresa de integración de soluciones especializada en ciberseguridad, infraestructuras, redes y telecomunicaciones, refiere un aumento de los ataques cibernéticos en Latinoamérica.
Sus datos públicos exponen que subieron el último año, en especial en naciones como Brasil, primero en la lista; Colombia, segundo; y Chile, el tercero.
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