A juzgar por las declaraciones del propio mandatario, podría estar cerca el esperado nombramiento del sustituto de Gabriel Attal, cuya renuncia y la de todo su gabinete aceptó el jefe de Estado el 16 de julio, tras los reveses oficialistas en las elecciones europeas de junio y las legislativas del mes pasado.
La oposición acusa a Macron de bloquear el país y de ignorar el resultado en las urnas, al dilatar la designación de un nuevo responsable de Matignon, quien tendrá la posibilidad de formar gobierno.
En las consultas de este lunes destacan los encuentros con Le Pen y Jordan Bardella, máximas figuras de Agrupación Nacional, un partido que aspiraba a llegar al poder mediante las parlamentarias, pero por sus políticas de extrema derecha chocó contra un frente republicano.
El mandatario también dialogará con el dirigente conservador Eric Ciotti, quien desafío a Los Republicanos y unió fuerzas con RN para las legislativas, y con los presidentes de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, y del Senado, Gérard Larcher.
Después de reunirse con Macron el viernes, el bloque de la izquierda Nuevo Frente Popular, integrado por socialistas, insumisos, ecologistas y comunistas, mantiene su presión para que el primer ministro salga de sus filas, al constituir la lista que más diputados logró (193), aunque lejos de los 289 requeridos para la mayoría absoluta en la Asamblea.
Según los diversos análisis, parece poco probable que el jefe de Estado nombre en Matignon a la candidata de la izquierda, la economista Lucie Castets.
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