Las redes sociales nigerianas explotaron con comentarios adversos al conocerse la adquisición, a un costo de 100 millones de dólares, de un avión de la serie Airbus 320, empleado con profusión por las líneas aéreas comerciales, el cual será dedicado al uso exclusivo de los mandatarios.
Entre los quejosos aparece el exministro de Educación Obi Ezekwesili, quien calificó la adquisición como “ejemplo de la imprudencia y deshonestidad del gobierno”.
Entre los comentarios recogidos por medios de prensa destacada el de un internauta que, calificó la compra de “una amarga píldora difícil de tragar”; otro subrayó que (el gobierno) “nos pide que nos apretemos los cinturones mientras ellos derrochan en un avión”.
Las críticas impactaron en los medios gubernamentales en la forma de la declaración de un portavoz presidencial no identificado difundida a través de la prensa, según la cual el avión fue “adquirido a precio de ganga por consejo del Comité de Seguridad del Senado”.
La adquisición del aparato coincidió con la llegada de la inflación del 40 por ciento, la más alta en 28 años, y con el registro del 63 por ciento de la población por debajo del nivel de pobreza extrema.
Los datos constituyen la base de las recientes protestas populares que estremecieron durante semanas esta capital y varias ciudades del interior durante la cuales el presidente tuvo que retirar su propuesta ley de reforma económica y suspender el aumento de salario a funcionarios de primer nivel, entre otras concesiones.
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