“No le corresponde al gobierno de Estados Unidos ni a ningún otro “tratar asuntos que sólo corresponden a los mexicanos”, precisó el mandatario.
Rechazó que sean ciertos los amagos de que esta reforma afectaría el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), y aunque así fuera, subrayó, “México es una patria libre, independiente soberana, eso está por encima de cualquier tratado”.
En la mañanera de este lunes, el gobernante señaló que no hay ningún enojo o enfrentamiento con el embajador de Estados Unidos —quien la semana pasada manifestó su abierto rechazo a la mencionada reforma y se dijo dispuesto a diálogo sobre el tema— pero enfatizó que no puede opinar ni pedir diálogo al respecto.
Insistió que no pueden venir extranjeros, ningún gobierno extranjero a tratar asuntos que sólo corresponden únicamente a los mexicanos.
El uso del T-MEC, dijo el jefe del Ejecutivo, es una forma de tratar de “darle la vuelta”, ante lo que acotó: “si el tratado no es para que nosotros cedamos nuestra soberanía, el tratado es comercial, es para tener una muy buena relación económica y comercial que nos conviene a las dos naciones, pero no es para que México se convierta en un apéndice, en una colonia, en un estado asociado”.
Reiteró que no se trata de una diferencia con el embajador Salazar.
“No es ningún pleito, es nada más poner las cosas en claro. Además, nosotros no podemos violar nuestra Constitución (que) establece el principio de la no intervención y de la autodeterminación de los pueblos”, manifestó AMLO.
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