Este lunes, las Fuerzas Armadas de la Federación atacaron con armas de precisión de largo alcance basadas en aire y mar y drones instalaciones críticas de la infraestructura energética que apoyan la industria militar ucraniana, reza el comunicado publicado en la página oficial del ente castrense.
La nota asimismo aseguró que «todos los objetivos asignados fueron alcanzados con éxito». En concreto, fueron atacadas las subestaciones eléctricas en nueve regiones: Kiev, Vínnitsa, Zhitómir, Jmelnitski, Dnepropetrovsk, Poltava, Nikoláev, Kirovograd y Odesa.
También resultaron dañadas las estaciones compresoras de gas en las regiones de Leópolis, Ivano-Frankovsk y Járkov que apoyan el sistema de transporte de gas de Ucrania.
Entre otros objetivos, fueron alcanzadas instalaciones de almacenamiento de armas transferidas a Kiev por Occidente en las provincias de Kiev y Dnepropetrovsk.
Después del ataque, el ministro de Energía ucraniano, Guérman Galúschenko, calificó de «complicada» la situación que, según él, es resultado de un masivo ataque con misiles desde Rusia, pero aseguró que los técnicos ya están trabajando en la mitigación de los daños.
Durante los últimos meses, Ucrania enfocó sus ataques con drones en refinerías de petróleo y depósitos de combustible en Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tartarstán.
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