La valoración, citada por medios de prensa locales, precisa que la agencia considera que un programa mejoraría el perfil crediticio de El Salvador, pero puede ser complicado debido al deterioro de estos indicadores en los últimos años.
El 6 de agosto, la entidad crediticia informó de avances en las negociaciones con la parte salvadoreña e incluso, la banca local dio una opinión positiva sobre el acuerdo preliminar para un programa que contempla un ajuste fiscal de 3.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) durante tres años, sin embargo, el panorama no está claro.
Según una valoración del diario El Mundo, aunque Fitch considera que ahora es “más probable un programa”, aún existen “obstáculos importantes” para asegurar el financiamiento con el FMI.
“Las perspectivas de un programa siguen siendo poco claras, en parte debido a las preocupaciones del FMI sobre los riesgos para la estabilidad financiera que podrían derivarse de la adopción de bitcoin como moneda de curso legal en 2021”, indicó en un análisis de Fitch Ratings publicado el 23 de agosto.
La calificación asignada para El Salvador, en «CCC+», está limitada por el déficit fiscal persistente y la limitada capacidad de financiamiento en el mercado, como quedó en evidencia en la última emisión de deuda del gobierno, realizada en abril pasado, por un paquete de mil millones con un rendimiento de 12 por ciento.
“Las previsiones macroeconómicas y fiscales de referencia de Fitch no suponen que se acordará un programa del FMI”, sostuvo la última valoración.
Para Fitch, la deuda del gobierno subirá de 84.9 por ciento en 2023 a 86.5 en 2026. El déficit fiscal aumentó a 4.7 por ciento del PIB en 2023 desde un 2.6 en 2022, incluyendo los compromisos derivados del sistema de pensiones.
Añade el informe de la agencia que, sin el financiamiento del FMI u otros organismos multilaterales, los altos costos de endeudamiento debido a las fuentes de financiamiento limitadas seguirán siendo un riesgo clave para la sostenibilidad de la deuda pública, al igual que la imposibilidad de mejorar el saldo presupuestario primario.
Advierte Fitch que el deseo del gobierno de mantener el alto gasto de capital y el aumento del gasto salarial limitarán la capacidad para reducir la brecha fiscal.
“Vemos muy positivo el anuncio del Fondo Monetario, refleja que las negociaciones vienen avanzando y menciona los puntos, que llegarse a un acuerdo, se trabajarían”, manifestó Alexander Pinilla, vicepresidente financiero de Banco agrícola, el banco más grande de El Salvador, sin embargo, este es un gobierno muy gastador algo que asusta a los financistas.
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