Macron alegó la “estabilidad institucional” para sostener su postura, rechazada por la izquierda, que lo acusa de ignorar el resultado en las urnas.
Asimismo, el jefe de Estado instó a los socialistas, los ecologistas y los comunistas a cooperar con otras fuerzas políticas para formar un gobierno, en un intento por marginar a La Francia Insumisa, el otro partido integrante del Nuevo Frente Popular.
En las elecciones legislativas del mes pasado, ese bloque fue el que más diputados llevó a la Asamblea Nacional (193), aunque lejos de la mayoría absoluta, fijada en 289.
A partir de ese resultado, la izquierda reclama que el primer ministro salga de sus filas, cargo para el cual propuso a la economista Lucie Castets.
Macron recibió hoy en el Elíseo a líderes de la extrema derecha encabezados por Marine Le Pen y a los presidentes de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, y del Senado, Gérard Larcher.
El viernes el mandatario francés había dialogado con representantes del Nuevo Frente Popular y de su campo político.
Mañana se abrirá otra ronda de consultas para encontrar al sustituto del primer ministro Gabriel Attal, cuya renuncia, y la de todo su gabinete, Macron aceptó desde el 16 de julio.
La oposición acusa al presidente de la República de bloquear al país y de ignorar el resultado en las urnas, al dilatar la designación de un pròximo responsable de Matignon, quien tendrá la posibilidad de formar gobierno.
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