La institución condenó en un comunicado, divulgado aquí, las repetidas órdenes de evacuación emitidas por el Ejército israelí en ese enclave costero.
Nuestras operaciones allí se ven severamente obstaculizadas por la intensificación del conflicto, el número limitado de cruces fronterizos abiertos y la gran cantidad de carreteras dañadas, subrayó.
En los últimos dos meses, en medio de una hambruna catastrófica, tuvimos que reducir la cantidad de alimentos entregados a medida que disminuyeron las entradas al territorio de suministros, alertó.
Al respecto, destacó que en junio apenas ingresó a la Franja la mitad de la asistencia alimentaria necesaria.
El PMA destacó el mal estado de las carreteras en la región debido a los constantes bombardeos y operaciones militares israelíes.
Los cráteres y los escombros de edificaciones hacen que el trayecto sea lento y un desafío para los conductores de los camiones, incluso en clima seco, apuntó la organización, que advirtió sobre el próximo periodo de lluvia.
“Junto con las necesidades desesperadas de hoy, debemos pensar en lo que viene. No podremos traer comida a las personas de Gaza a menos que se realicen reparaciones urgentes en estas carreteras”, indicó.
Al respeto, señaló que la mayoría de los gazatíes ahora son desplazados y viven en carpas o tiendas de campaña, ubicadas a menudo en áreas propensas a las inundaciones.
“El transporte de equipos de alimentos, agua, medicina e higiene es fundamental para la supervivencia de las comunidades en Gaza hoy y será necesario durante los próximos meses”, afirmó Antoine Renard, director en los territorios palestinos del PMA.
Las carreteras son parte de esta línea de vida, por ello debemos tener las garantías de seguridad necesarias para que nuestro personal y los proveedores de servicios estén a salvo al realizar las reparaciones urgentes, reclamó.
lam/rob
