Los 15 miembros del máximo órgano para la paz del planeta acordaron prorrogar la labor vital de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (Fpnul), desplegada en los límites con Israel.
El consenso de los miembros confirma el dramático aumento de las hostilidades, pocos días después de que el grupo Hezbolá y el ejército israelí protagonizaran uno de los intercambios de fuego más intensos desde el 7 de octubre del año pasado, cuando estalló el conflicto en Gaza.
La decisión se produce a pesar de las presiones de Tel Aviv para modificar o terminar el mandato de la Misión.
Poco antes de la sesión, el nuevo embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, acusó a la fuerza de mantenimiento de paz de fracasar en sus objetivos.
Sin embargo, la ONU defiende la necesidad de mantener a su personal en medio de la situación agravada en la frontera.
Desde el inicio de la guerra que contagia al Medio Oriente, la Línea Azul que separa a Líbano e Israel es también escenario de confrontación lo que ha provocado el desplazamiento de las poblaciones a ambos lados de la misma.
La frontera custodiada por cascos azules de la ONU fue establecida por el organismo el 7 de junio de 2000 para determinar si Israel se había retirado del Líbano.
Desde entonces ese límite extraoficial divide a ambas naciones mientras que la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas exige el cese total de las hostilidades, y la salida de los efectivos israelíes y libaneses de ambos lados.
El mandato de la Fpnul se renueva anualmente por el propio Consejo de Seguridad.
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