En la inauguración de una base de la Policía Motorizada en un barrio popular, Boluarte dio un efusivo abrazo al ministro y lo felicitó por lo que considera su lucha decidida contra la delincuencia.
El espaldarazo contradice, según la versión de Internet del diario La República, rumores que incluyen a Santiváñez en una lista de ministros que podrían ser relevados por desgaste o errores.
La anuencia presidencial ocurre en medio de una investigaciòn enfocada en el minitro, tras difundirse audios, en los que el titular le dice que la presidenta lo nombró para el cargo con el compromiso de desactivar a la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac), unidad policial anticorrupción. El ministro dijo inicialmente que las grabaciones pudieron ser hechas con inteligencia artificial y después alegó que no es su voz y que fue trucada y que la voz registrada no es suya, lo cual la prensa y analistas políticos toman con escepticismo.
Al descartar el retiro de titular del Interior, el primer ministro Gustavo Adrianzén dijo que las investigaciones del Ministerio Público diluciarán el asunto con el análisis de los audios.
El analista político Mirko Lauer comentó que el ministro carga “Un paquete de audios comprometedores, antecedentes dudosos, declaraciones infelices y amenazas sin destino”.
Agrega a ello el reciente secuestro por dos policías, “mendazmente explicado”, de un testigo de cargo contra Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta investigado por influir ilegalmente en nombramientos de autoridades y funcionarios.
Según Lauer, Santiváñez es, entre sus colegas posiblemente relevados, el que tiene “problemas que más se acercan a significar un peligro para Boluarte”.
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