Sánchez visitó Mauritania, Gambia y Senegal, países donde ofreció alternativas de ayuda al desarrollo, al tiempo que fijó posturas relacionadas con una migración ordenada y circular, firme y vertical contra “las mafias que promueven el trasiego irregular”.
Sin embargo, si bien el jefe del Ejecutivo no dio señal alguna de haber cambiado su postura acerca del espinoso asunto, desde el conservador Partido Popular (PP) y la ultraderecha de Vox no cesaron los ataques y descalificaciones al periplo del gobernante.
Fuentes de la administración española negaron rotundamente un cambio en la posición expresada por Sánchez respecto a la política migratoria, que es “multidimensional y tiene una hoja de ruta clara frente a una política en este ámbito por parte del PP, que se desconoce”.
En el programa de comentarios noticioso La Hora de la Uno de RTVE, curiosamente todos los tertulianos, de medios afines al PP o a los socialistas del PSOE, coincidieron en que las palabras de los voceros de la derecha chocan con realidades incontestables.
No hizo Sánchez nada diferente a lo que se intentó en el pasado por distintos Gobiernos, del PP o del PSOE, que es buscar alianzas, cooperación y frenar en las causas, el flujo de inmigrantes ilegales, señalaron las fuentes.
Al concluir su viaje en Dakar, la capital de Senegal, el también líder socialista defendió que es imprescindible el retorno de las personas que lleguen irregularmente a España, con los cual “se envía un mensaje de desaliento a quienes los intentan y a las mafias que los arrastran”.
Islas Canarias y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla afrontan graves problemas de migración ilegal que llega a sus costas diariamente. La cifra hasta el momento es de alrededor de 25 mil personas, de ellas unos seis mil menores no acompañados.
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