Al respecto, la investigadora principal del estudio, Francesca Conradie, explicó que el éxito del estudio a la hora de demostrar la seguridad y la eficacia del nuevo régimen oral corto marca un paso fundamental hacia una estrategia de atención sanitaria más integral y equitativa contra la enfermedad.
El estudio BEAT-Tuberculosis representa un enfoque innovador en la lucha contra la tuberculosis, en particular con su metodología de investigación inclusiva, agregó.
Al incorporar a mujeres embarazadas y niños en los ensayos clínicos, dijo, el estudio ha ampliado la comprensión de la eficacia y la seguridad del tratamiento de la tuberculosis en grupos demográficos más amplios.
El BEAT-Tuberculosis se llevó a cabo en la Unidad de Investigación Clínica sobre el VIH (CHRU) de la Unidad de Investigación de TB Isango Lethemba en la sureña provincia de Eastern Cape y la suroriental KwaZulu-Natal durante los últimos seis años.
El Director Jefe de Control y Gestión de la Tuberculosis del ministerio de Salud de Sudáfrica, Norbert Ndjeka, recordó que se estima que en 2022 280 mil personas desarrollaron tuberculosis en Sudáfrica.
Mientras, 54 mil murieron a causa de la enfermedad.
El estudio comenzó en 2019, dijo el Ministerio, y a pesar de los desafíos planteados por la Covid-19, en él se inscribieron más de 400 participantes en esas dos provincias.
Un objetivo secundario del estudio fue desarrollar la capacidad de investigación para la TB-DR esas demarcaciones a través de la participación de la comunidad y la capacitación del personal de atención médica en metodologías de investigación clínica para el tratamiento de la TB.
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