Según refirió, la parálisis de las conversaciones trunca una extensión del cese al fuego entre las partes, vencido desde el pasado 3 de agosto, en tanto aseguró que la paciencia del gobierno para negociar llega a su límite.
“Creo que ya se están agotando las posibilidades, se están agotando las maneras, digamos que el gobierno ha hecho la oferta de tal forma que ellos están golpeando, pateando la lonchera, como se dice”, expresó Patiño en una entrevista a Blu Radio.
Consideró además que el grupo insurgente está perdiendo la oportunidad de la paz, mientras se crea lo que denominó como una fisura muy fuerte entre las bases de esa asociación armada y la población que alguna vez los apoyó.
“La gasolina que tiene esos diálogos se ha agotado enormemente. Ellos son los únicos que pueden echarle de nuevo gasolina al tanque de los diálogos y de las negociaciones”, planteó.
Señaló por otra parte que el ELN abandonó su participación en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación del Cese al Fuego desde octubre del año pasado, al tiempo que calificó como ilógicas la mayoría de las demandas realizadas por la insurgencia, lo que revela una falta de compromiso real para dejar las armas y reintegrarse a la vida civil.
Las desavenencias entre el grupo armado y el Gobierno, que no han podido ser limadas hasta hoy, se refieren a varias cuestiones, entre ellas el inicio de diálogos con el frente conocido como Comuneros del Sur, que opera en Nariño (suroeste), y que acabó separándose de la organización nacional del ELN.
Otro de los reclamos tiene que ver con la solicitud de esa guerrilla de que se expida un decreto para ser eliminados de la lista de los Grupos Armados Organizados, conocida como GAOS, a lo que Patiño ha respondido que eso implicaría la confección de una ley y que en el Congreso no hay un ambiente propicio para ello.
En tanto, ante la ausencia de un cese al fuego, pareciera que se reanudan las hostilidades entre las partes.
El Ejército Nacional anunció hace apenas dos días que abatió a cuatro miembros del ELN en medio de un enfrentamiento, y el ministro de Defensa responsabilizó en la misma fecha a esa agrupación insurgente de los atentados contra dos oleoductos en el departamento de Arauca, en el este de Colombia.
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