En contrapartida, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), leal a la red Al Qaeda y autor de la acción, emitió hoy un parte en el cual asegura que los muertos en realidad fueron 300 milicianos progubernamentales que cavaban trincheras para contener sus operaciones.
El pésame de la Cedeao circula tras la rúbrica la víspera de un pacto de colaboración de sus miembros con Níger, uno de los tres países, junto a Burkina Faso y Mali, objeto de sanciones económicas y diplomáticas en represalia por el derrocamiento manu militari de los respectivos gobiernos civiles.
La Cedeao presenta sus más sinceras condolencias al Gobierno y al pueblo burquiné (…) Desea una pronta recuperación a los heridos y expresa su solidaridad en sus incesantes batallas contra los terroristas, dice la traducción oficiosa al español del comunicado redactado en inglés.
En su párrafo más sustantivo, la agrupación regional se dice «decidida a luchar junto a los Estados de la subregión para erradicar el terrorismo, en particular mediante la activación de la fuerza antiterrorista de la Cedeao» y pide a los Estados intensificar su “cooperación en Inteligencia, seguridad fronteriza e implementación de la estrategia».
La lectura profunda del enunciado lleva a pensar que el ente está listo para pasar página y recibir en su seno a los sancionados, previa negociación para acordar formalidades y concesiones mutuas.
Los tres “gobiernos renegados” respondieron a las presiones de la Cedeao, incluida la amenaza de intervención militar, con la integración de la Alianza de Estados del Sahel que, de sobrevivir a la atmósfera conciliadora, añade un brazo a la cooperación contra los grupos islamistas implantados en la región hace más de un lustro.
rgh/msl