El joven, cuya salud empezó a deteriorarse tras un accidente de tránsito hace nueve años que lo dejó en silla de ruedas por un tiempo, volvió a enfermar tras nadar en una piscina donde, según narró, contrajo una bacteria.
Si bien algunos médicos discreparon con que se tratara de una infección bacteriana y se decantan en todo caso por un hongo, lo cierto es que poco tiempo después se le diagnosticó osteomielitis y posteriormente cáncer en la sangre.
Durante los últimos meses se le administraban grandes dosis de morfina que no lograban aplacar su dolor y los expertos coincidían en que su condición era irreversible.
Ante esa situación decidió solicitar la eutanasia, aprobada por un comité médico y ético que evaluó su condición y confirmó que cumplía con los criterios necesarios para el procedimiento.
Su condición ganó notoriedad debido a que fue un hincha del equipo de fútbol Millonarios y en señal de solidaridad recibió muchas muestras de afecto por parte de esa selección y de otros aficionados.
El caso también mereció un pronunciamiento del presidente del país, Gustavo Petro, después de que se informara que varios amigos y conocedores de la situación de Acosta se presentaron en las afueras del hospital donde murió este mediodía para acompañarlo durante sus últimas horas.
“Emocionante gesto de solidaridad de los jóvenes de la barra futbolera. Nos hacen recordar que todos los colombianos y colombianas somos hijos de la consigna revolucionaria que ondea por todo el mundo: Libertad, igualdad y solidaridad”, escribió en su red social X.
La Corte Constitucional de Colombia despenalizó la eutanasia desde 1997 y hace apenas dos años legalizó el suicidio médicamente asistido que se aplica en pacientes víctimas de “un intenso sufrimiento físico o psicológico derivado de un daño corporal o de una enfermedad grave e incurable”.
Según un informe realizado por el Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en los últimos 10 años se practicaron 692 procedimientos de eutanasia en el país.
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