Así destacó el Consejo Nacional de Casas de Cultura y compartió imágenes de las celebraciones en varias provincias.
El evento reunió desde el pasado 18 de agosto a artistas y comunidades en un ambiente de creatividad y respeto, “honrando nuestras tradiciones a través de la rumba y la música”, indicó.
Con actividades y presentaciones en emblemáticas calles de La Habana, el festival fomentó un sentido de pertenencia y orgullo cultural, destacó el Consejo.
En esta décimosexta edición del festival se rindió homenaje al 30 aniversario de la Ruta de las Personas Esclavizadas y a los Cabildos de Nación.
Además, el evento coincidió con el 505 aniversario de La Habana, resaltando la rica herencia cultural de la ciudad.
En sus 25 años de existencia, el festival ha defendido la importancia de la rumba como expresión cultural y su raíz en las tradiciones africanas que enriquecen el patrimonio cubano, apuntaron sus organizadores.
Uno de sus programas más populares: Viviendo en los Barrios llevó la rumba a emblemáticos barrios habaneros y culminó este sábado en la comunidad de la calle Vives.
Este proyecto tiene como objetivo contribuir a la capacitación y sostenibilidad de los territorios, permitiendo que las comunidades sean protagonistas de los cambios.
A través de la cooperación internacional, también se busca integrar a emprendedores conocedores del legado africano y a personas interesadas en el crecimiento comunitario.
La calle Vives, depositaria de una cultura popular vibrante, ha sido hogar de artistas renombrados, como Lázaro Rizo y Maximino Duquesne, así como del destacado Luthier Bencomo.
lam/ifb