Su variada geología contiene algunos de los afloramientos rocosos más añejos del planeta, y en sus entrañas se encuentran, por ejemplo, ingentes cantidades de oro y platino, así como abundantes depósitos de diamantes.
De hecho, en 1905 se halló el diamante más grande del mundo en las minas de Kimberley, con un peso de tres mil 106 quilates. Bautizado como Cullinan, de él se cortaron 105 joyas; la de mayor tamaño de todas ellas, la Estrella de África, decora la corona real británica, “cortesía” de las prácticas coloniales imperantes entonces.
En el país se han descubierto algunos de los restos más antiguos de homínidos, con edades de hasta 2,5 millones de años, algunos pertenecientes a nuevas especies, que han contribuido a conformar el muy ramificado árbol evolutivo humano.
En Sudáfrica, hasta donde sabemos, nuestros antepasados domesticaron el fuego por primera vez hace algo más de un millón de años.
Navegantes y exploradores de los siglos XVII y XVIII naufragaron al bordear el Cabo de Buena Esperanza, atrapados por las fuertes corrientes y marejadas características de la zona.
Actualmente, hay aproximadamente tres mil restos de barcos en las costas sudafricanas, desgracia del pasado que hoy es atracción turística.
Quien visite el país pudiera tener el privilegio de ver el ave de mayor tamaño (avestruz), una de las aves voladoras más pesadas (avutarda de Kori), el mamífero terrestre más alto (jirafa), el más rápido (guepardo), o el más corpulento (elefante africano), y también el más pequeño (musaraña pigmea).
Como exclusividad, en Soweto se encuentra la única calle del mundo donde vivieron dos Premios Nobel, la Vilakazi, en la cual residieron Nelson Mandela y, a pocos metros, el arzobispo Desmond Tutu.
También, destaca la variedad de lenguas oficiales del país, que con 12 es la mayor del orbe. A saber: sepedi, sesotho, setswana, siSwati, tshivenda, xitsonga, afrikaans, inglés, isiNdebele, isixhosa, isiZulu y la de signos.
Pero ojo, quien vaya a Sudáfrica que se olvide de los adaptadores de electricidad “universales”, pues en eso también el país es único, con su propio sistema de tomacorrientes diferente a los demás.
(Tomado de Orbe)