Inmediatamente después de tomar el poder nuestro Partido comprendió profundamente la importancia de desarrollar las fuerzas productivas y reformar y perfeccionar paso a paso las relaciones de producción, un proceso que ha atravesado por muchas etapas, escribió el mandatario en un extenso artículo publicado aquí a propósito de la efeméride.
En ese sentido subrayó que la Revolución de Agosto de 1945 abrió una nueva página en la historia del desarrollo de la nación, y partiendo de una agricultura atrasada el PCV implementó la política de la tierra para quien trabaja y comenzó a sentar las bases para construir un modo de producción socialista.
Entre 1954 y 1975 se llevaron adelante simultáneamente dos tareas estratégicas: la revolución socialista en el Norte y la revolución democrática popular en el Sur. En ese último año el país se reunificó completamente, abriendo un nuevo capítulo en la construcción del socialismo.
Recordó que desde 1979 hasta antes del VI Congreso Nacional del PCV, en 1986, Vietnam experimentó graves crisis, en parte debido a la falta de sincronización entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción.
Consciente de esta cuestión, el máximo foro partidista decidió llevar a cabo una renovación integral centrada en el aspecto económico que implicó el desarrollo de diversos sectores, reformar los mecanismos de gestión, abolir los subsidios y avanzar gradualmente hacia una economía de mercado con orientación socialista.
En abril de 1988 el Buró Político del PCV dio un paso decisivo en la renovación de las relaciones de producción en la agricultura, al reconocer a las familias como unidades económicas independientes y otorgar a los campesinos el derecho de uso de la tierra a largo plazo, en línea con las necesidades de desarrollo de las fuerzas productivas.
Solo un año después, y tras un largo período de escasez de alimentos, el país produjo 21,5 millones de toneladas de arroz y, por primera vez, exportó 1,2 millones de toneladas del cereal.
El ajuste apropiado de las relaciones de producción creó un nuevo impulso para el desarrollo de las fuerzas productivas, sacando al país de la crisis y entrando en un período de renovación integral e integración internacional, remarcó Lam.
Al entrar en el siglo XXI, aseveró, Vietnam exhibe grandes éxitos en el desarrollo socioeconómico. Se estima que la tasa de crecimiento promedio del Producto Interno Bruto durante el período 2021-2025 será de entre 5,7 y 5,9 por ciento anual, situándose entre los más altos de la región y del mundo.
El tamaño de la economía aumentará 1,45 veces, alcanzando aproximadamente 500 mil millones de dólares en 2025, y el ingreso per cápita aumentará sustancialmente de tres mil 400 dólares a unos cuatro mil 650 dólares, posicionando a Vietnam en el grupo de países de ingresos medianos-altos para 2025.
La situación macroeconómica se mantiene estable y con inflación controlada, las políticas se implementan de manera flexible y eficaz, la posición y reputación internacional del país aumentan continuamente, la tasa de crecimiento económico se mantiene alta y el nivel de vida de la población ha mejorado considerablemente, significó.
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