En su cuenta en la red social X, el titular significó que la acción ocurriera mientras recorría el interior del país para extender la política de descongestión de las prisiones y de mejora de las condiciones carcelarias.
“Las investigaciones están en marcha para identificar y castigar severamente a quienes están detrás de estos actos de sabotaje. Serán tratados sin tregua”, aseguró Mutamba.
En su mensaje igualmente enumeró las medidas tomadas ante el suceso, como la prohibición, hasta nuevo aviso, del traslado de detenidos al Centro Penitenciario y de Reeducación de Kinshasa (CPRK) por parte de los fiscales, salvo autorización del Secretario de Estado de Justicia.
También indicaron intensificar el proceso de descongestión de las prisiones de Makala, Ndolo y del interior del país; y acelerar el proyecto de reubicación del CPRK, mediante la construcción de una nueva cárcel fuera de la ciudad capital.
El ministro aprovechó el mensaje para agradecer a las fuerzas de seguridad por haber detenido lo que denominó un “golpe de los enemigos del pueblo”.
En la madrugada de este lunes se reportaron disparos durante varias horas en la cárcel central de Makala, donde los presos intentaron salir de sus celdas, según informó Radio Okapi.
De acuerdo con la Fundación Bill Clinton para la Paz (BFCP), como resultado del incidente hubo varios muertos, heridos y evadidos del centro penitenciario, sin precisar cifras.
El pasado 11 de agosto salieron en libertad condicional 527 reclusos de la prisión central de Makala, en Kinshasa, como parte de un proceso gubernamental para la descongestión de los centros penitenciarios.
En la ocasión el ministro de Justicia igualmente distribuyó un primer lote de tres mil colchones de los siete mil encargados y prometió la continuidad del programa de liberación de algunos presos “detenidos injustamente”.
Añadió que se trabajaba en la fabricación de camas, la rehabilitación del centro de salud y en la renovación de varios pabellones; así como anunció la construcción de una nueva prisión en Maluku.
En julio el Gobierno congoleño anunció la puesta en libertad condicional de al menos siete mil reclusos de ese establecimiento penal, construido para mil 500 personas y donde actualmente hay más de 15 mil, incluidos niños y mujeres.
Esta es la cárcel más grande del país y las condiciones en general, además del hacinamiento, son malas.
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