El vice primer ministro y titular de Interior y Seguridad, Jacquemain Shabani, tras una reunión de crisis con los jefes de los servicios de defensa y seguridad, declaró a la prensa que de las víctimas de los hechos ocurridos la víspera, 24 fueron abatidos tras ser convocados, mientras el resto fallecieron debido a empujones o asfixia.
De acuerdo con el reporte, 59 personas resultaron heridas, las cuales fueron atendidas por el Gobierno, además de reportarse varios casos de mujeres violadas.
Shabani explicó que durante las acciones incendiaron el edificio administrativo, el registro, la enfermería y los depósitos de alimentos, pero señaló que la situación había vuelto a la normalidad en la prisión y la comisión designada para investigar los hechos continuaba sus labores.
En la madrugada de este lunes se reportaron disparos durante varias horas en la cárcel central de Makala, donde los presos intentaron salir de sus celdas.
El ministro de Justicia de la RDC, Constant Mutamba, calificó el intento de fuga como un “acto de sabotaje premeditado”, mientras él y su equipo recorrían el interior del país para extender la política de descongestión de las prisiones y de mejora de las condiciones carcelarias.
“Las investigaciones están en marcha para identificar y castigar severamente a quienes están detrás de estos actos de sabotaje. Serán tratados sin tregua”, aseguró Mutamba.
En su mensaje igualmente enumeró las medidas tomadas ante el suceso, como la prohibición, hasta nuevo aviso, del traslado de detenidos al Centro Penitenciario y de Reeducación de Kinshasa (CPRK) por parte de los fiscales, salvo autorización del Secretario de Estado de Justicia.
También indicaron intensificar el proceso de descongestión de las prisiones de Makala, Ndolo y del interior del país; y acelerar el proyecto de reubicación del CPRK, mediante la construcción de una nueva cárcel fuera de la ciudad capital.
En julio el Gobierno congoleño anunció la puesta en libertad condicional de al menos siete mil reclusos de la cárcel de Makala, construida para mil 500 personas y donde actualmente hay más de 15 mil, incluidos niños y mujeres.
Esta es la cárcel más grande del país y las condiciones en general, además del hacinamiento, son malas.
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